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La experiencia de estar en Malta. Mi reflexión personal

En esta oportunidad quiero compartir con ustedes la reflexión que he hecho en los últimos días, acerca del impacto tan grande que una experiencia en el exterior puede generar en nuestras vidas; y que la experiencia de estar en Malta, ha generado en la mía.

En muchas oportunidades, vienen a mi mente recuerdos de mi vida antes de tomar la decisión de viajar. No puedo decir que era una vida difícil o complicada; pues gracias a Dios  sin lujos o excentricidades, tenía una vida tranquila. Una vida de pocos amigos, pero muy cercanos al corazón; y de una familia que siendo mi mayor apoyo emocional, han sido y serán siempre mi mayor riqueza.

Sin embargo, mi vida se desarrollaba dentro de la línea del “deber ser social”. Estudiar, trabajar, ahorrar, comprar una casa y un carro; eran los símbolos que decían a todos que estábamos progresando. Ir a los lugares de moda, renovar el armario con frecuencia para no repetir muy constantemente un par de zapatos, una blusa o una cartera; eran cosas que hacía casi de forma automática, porque estaban intrínsecamente arraigadas en ese “deber ser”.

Hago aquí un paréntesis, para que no me malinterpreten. Yo soy una persona que cree en el “deber ser” desde el punto de vista de la ética y de la ley; sin embargo, con el tiempo me he dado cuenta, que en esos modelos de éxito impuestos socialmente, no cabemos todos; y cada uno debe encontrar el camino que dentro del respeto por la ley y por los demás lo haga feliz. También porque como mujer me gusta verme bien, pero ahora siento que soy mas auténtica en mis elecciones.

Continuemos…

Retomando mis recuerdos, Vienen a mi mente todos esos años en que me dediqué a trabajar con esmero y disciplina. Ańos en los que buscaba encontrar además de mi desarrollo profesional; una tranquilidad “relativa”profesionalmente hablando. Y digo relativa, porque cuando trabajas como abogado, al lidiar con conflictos diariamente, la sensación de incertidumbre o angustia casi nunca te suelta. Ah! y ni que decir del secreto a voces que casi todos tenemos de querer tener un ascenso o un aumento de salario porque “cuanto lo merezco y he trabajado para ello!!!!”

Todo ese esfuerzo es muy valioso, pues contrario a lo que muchos pueden pensar; es esa constancia y disciplina que tuve durante tanto tiempo, las que me ayudaron a tomar la decisión de dejar la “cajita” y tener el coraje de salir para ver que había más allá; y así empezar la experiencia de estar en Malta.

La cajita feliz

Recuerdo que era feliz dentro de esa cajita del deber ser. Y pienso que tal vez mi vida hubiera continuado exactamente en la misma línea; de no ser porque a veces Dios, el destino y la vida misma, te sacan de esas fronteras y te muestran que ese deber ser, no es necesariamente tu lugar; y que lo importante es en realidad lo que quieres ser. Para algunos esto sucede cuando pierden su trabajo, para otros es simplemente un llamado en el corazón o una situación personal. El punto es que sea bueno o malo el evento que genere ese sentimiento en tu vida, trata de escucharlo y verlo como una oportunidad de volar y de redescubrirse. Porque lo es!

Es en realidad cuando sales de tu país por un buen tiempo; cuando empiezas a confrontar tu camino de vida con otras visiones del mundo. Y es por ello, que uno empieza a encontrar paso a paso eso que “quiere ser”. Entender que conocer gente nueva enriquece la vida, que el trabajo más que sacrificio requiere pasión, y que en la vida sólo logras realmente ser feliz cuando paras de imitar a otros y te dedicas a ser tu mismo; han sido las grandes lecciones que la experiencia de estar en Malta ha dejado en mi vida.

La experiencia de estar en Malta

Cuando me preguntan sí extraño mi país, la respuesta siempre es un por supuesto. Y lo hago porque a diferencia de cuando vivía en mi país; ahora soy mas consciente de lo hermoso que es; de la alegría y vocación de servicio que tenemos con quienes lo visitan (creo que estas son caracteristicas comunes y muy especiales en Latinoamérica). Extraño mi familia, mis amigos, las fiestas de navidad y año nuevo. Extraño ese lugar del que nunca dejaré de ser parte y del cual inevitablemente viene mi esencia.

Pero no extraño ni me arrepiento de haber dejado atrás la línea del deber ser social que antes seguía. Y no lo hago, sencillamente porque no era mi camino. Con este post quiero dejarles tres reflexiones que yo considero decisivas a la hora de decidir pasar un tiempo por fuera del país:

Viajar es una aventura que no sabes que traerá para ti y que por tanto requiere planeación

Sí te vas a ir a una expedición a un desierto sabes que debes tener como mínimo agua, víveres, un instrumento que guíe tu camino y una meta u objetivo que alcanzar. Lo mismo ocurre sí viajas a estudiar, por turismo o con cualquier otro propósito. No viajes nunca sin una planeación adecuada; pues de ello depende en gran parte, tu capacidad de sortear cada sorpresa que esa aventura te depare. En particular, la experiencia de estar en Malta puede ser muy amarga cuando no la planeas de la forma correcta; y ello pasa en general con cualquier destino. Aunque a veces no lo veas, pues es apenas predecible que casi nadie te cuente su mala experiencia a causa de una débil planeación.

Prepárate también desde adentro

Para vivir una experiencia realmente memorable hay que tener claro que hay unos principios inquebrantables que deben guiar nuestras vidas donde quiera que vayamos: el respeto por los demás y por sus opiniones; la honestidad en cada una de nuestras actuaciones; y la autenticidad de mostrarnos tal cual somos. Aunque no lo creas, nadie te lo diga, o creas que nadie a descubierto tu mal actuar; cuando fallas en una de esos 3 principios siempre dejas una mala huella y por lo tanto cierras una puerta.

Seguro vas a aprender, entonces no te olvides de abrir tu mente para hacerlo

Tanto sí viajas a estudiar, como sí viajas por algún otro motivo, prepárate para asumir los retos, cambios y situaciones diferentes a las que te puedes enfrentar durante ese tiempo. La verdad es que viajar va mucho más allá de la foto sonriendo mientras saltas y abres los brazos en señal de libertad; Pues más allá de ese instante que queda grabado en tu cámara, están momentos y decisiones alegres, difíciles, retadores; e incluso impredecibles, que son en definitiva lo que realmente importa.

No olvides compartir este post en tus redes y con tus amigos que están planeando estudiar inglés en Malta; pues seguramente les servirá mucho para su preparación. Y no olvides por favor dejarme un “me gusta” antes de irte sí te ha gustado este post. Un saludo y hasta una próxima publicación.

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